Calle Antonio Valbuena

Sobre el terreno ocupado en otro tiempo por el desaparecido monasterio de San Claudio, comenzaron a surgir a finales del primer cuarto de siglo algunas casas que se fueron asentando en estos arrabales, constituyendo en aquella época un solar extramuros de la ciudad. Aquel cenobio, de gran historia y fundado al parecer en el remoto siglo IV, cobraría enorme fama a pesar de sus múltiples reorganizaciones e incendios, sobre todo el sufrido en 1530. Regido por monjes benedictinos, sobreviviría hasta finales del siglo XIX, no pudiendo sobreponerse a la exclaustración de los religiosos y las expoliaciones y abandonos propiciados por el paso del tiempo, perdiéndose para siempre.
Siendo alcalde de la ciudad el recordado don Francisco Roa de la Vega, en 1928, se inauguraba la cercana Plaza de Ganados, entre La Corredera y estos lugares. El entorno fue creciendo y cobrando vida, siendo bautizado con el nombre de Barrio de San Claudio en homenaje al antiguo monasterio. Por cierto, diez años más tarde ya no quedaba vestigio alguno del viejo cenobio.

La calle Antonio Valbuena surgió como prolongación de la transitada Covadonga, en el amplio entronque que forma esta calle y las de 24 de Abril, Comandante Zorita y Luis de Sosa, concluyendo en la Avenida de la Facultad,
Recta, su lateral derecho es una nota de verdor constituida por la zona de «el Albéitar», dentro del venerable edificio de la antigua Facultad de Veterinaria, hoy Rectorado de la Universidad.
Mientras que su lado izquierdo combina algunas viviendas de mediana edad y, hacia el final, un moderno edificio, además del lateral y una de las puertas de la iglesia de San Claudio.
En el curso de 1943-44 se pasó de Escuela Superior a Facultad de Veterinaria, inaugurándose el actual edificio el 15 de mayo de 1947, con la asistencia del entonces ministros de Educación, Sr. Ibáñez Martín. Desde 1985 los estudios se imparten en las instalaciones del Campus de Vegazana.
Por su parte, la iglesia de San Claudio debe su construcción al omnipresente don Ramón Cañas del Río, terminando su ejecución en 1957. Construida en piedra de sillería, remata su fachada en amplio frontón triangular, con una torre cuadrangular adornada con amplios balcones en cada uno de sus lados.
El interior de la iglesia está cubierto con pinturas murales debidas a Alfonso Fraile, alusivas a temas carmelitanos, pues inicialmente se edificó como templo para la orden. Superpuestas geométricamente, proyectan sus sombras unas sobre otras, produciendo sensación de relieve.

Desde sus inicios la calle conservó un mismo nombre, si bien en mayo del año 1956, con don Alfredo Álvarez Cadórniga en el sillón municipal, se quiso cambiar por el de calle de la Facultad de Veterinaria. La votación no saldría adelante y ambas permanecen tal como las conocemos en la actualidad. También merece destacarse que, desde el 27 de septiembre de 1979, siendo alcalde Pérez de Lera, se dio el nombre de Antonio Valbuena, a propuesta de la Asociación de Padres de Alumnos del recién construido Grupo Escolar en el Barrio de Pinilla, al centro allí ubicado, «premiando así y recordando el leonesismo, el amor a la tierra y la preponderancia literaria de don Antonio».
En el desaparecido pueblo montañés de Pedrosa del Rey, tragado por las aguas del controvertido embalse de Riaño, nacía en 1844 don Antonio Valbuena, más conocido como el «Melladín de Pedrosa» debido a su mellado labio inferior. De acendradas ideas reaccionarias, don Antonio participaba en la última revuelta carlista, hasta que en 1875 reconocía formalmente al joven Alfonso XII.
Como escritor alcanzó la fama gracias a sus «ripios», en los que criticaba a sus adversarios ideológicos con un estilo satírico y casi despiadado. De idéntico tono burlesco es la serie de cuatro tomos, titulada genéricamente «Fe de Erratas del Diccionario de la Academia», en 1884. Posteriormente publicaría narraciones centradas en la montaña leonesa: «Idilio», en 1879; y «Caza mayor y menor», en 1913. Sería nombrado cronista oficial de la provincia, colaborando en la prensa conservadora de la época. Redactor del periódico tradicionalista El siglo Futuro y, en 1906, director del Diario de León.

^{Fuente:
Diario de León}