Calle San Esteban

La barriada de San Esteban, enmarcada por las carreteras de Asturias y Carbajal, es una de las parcelas más peculiares y castizas de León, tanto por su curioso emplazamiento como por la particular disposición del trazado. Está ubicada al norte de la ciudad, sobre un cerro, y por eso mismo sus calles presentan apreciables y casi fatigosas cuestas, en busca siempre de lo más alto, de ese límpido cielo leonés que vigila nuestro discurrir.
La calle que lleva el mismo nombre del barrio, San Esteban, comienza en Dama de Arintero, una de las vías más largas de todo el entorno, para concluir en la calle Pedro de Dios. Dentro del laberíntico y decadente entramado urbano que presenta en nuestros días esta simpática barriada, vamos a recordar las vicisitudes urbanas de dicha vía. Y con toda justicia, pues dado su pronunciado sentido ascendente y la tipología de las pequeñas viviendas, se configura como una de las arterias más características del entorno.
Llamada anteriormente calle B de San Esteban, adoptaría su denominación definitiva en la Comisión Gestora celebrada en el Ayuntamiento capitalino el 27 de noviembre de 1935. Su trazado es recto e inclinado, y tan sólo en su tramo final presenta un brusco cambio. Amparada por la vivienda más moderna de la calle, la calzada dibuja un giro a la izquierda hasta encontrar un tapiado que invade dos tercios de la vía y pone un extraño y feo punto final al trayecto. ¡Qué atrás en el tiempo quedan los viñedos, campos de cultivo y aquellas bandadas de perdices que alegraban estos pintorescos parajes! ¡Cuánto ha cambiado el lugar!
El nombre de San Esteban está dedicado, evidentemente, al joven y apuesto mártir cuya festividad se celebra cada 26 de diciembre, día siguiente al de Navidad. Los apóstoles acogieron con alegría a aquel muchacho bien instruido, dispuesto incluso a entablar una dura polémica con Saulo de Tarso, conocido tras su conversión como San Pedro.
De elocuente oratoria y apasionado fervor cristiano, a los cinco años de la desaparición de Cristo fue condenado a una muerte horrible. Los judíos masacraron a pedradas a San Esteban, convirtiéndose así en el protomártir, el primer cristiano que derramó su sangre por las enseñanzas de Jesucristo.
Buena prueba de ello es la iglesia o ermita dedicada en nuestra ciudad a San Esteban, erigida allá por el remoto siglo XII en este altozano de la ciudad. El templo era propiedad del cabildo isidoriano, al estar incluido en la jurisdicción de la colegiata. Existen infinidad de anécdotas relacionadas con esta ermita que dominaba la gran campera de Eras de Renueva y en la que también se rendía homenaje a la Virgen de los Dolores, cuya imagen estaba entronizada al lado de la de San Esteban.
Se cuenta que en este templo humilde, instalado a las afueras de la ciudad y al parecer muy frecuentado por los peregrinos que entraban en León para enlazar aquí con la ruta compostelana, se produjo un bello milagro en el año 1166. Al parecer la Virgen de los Dolores, llevando al Hijo muerto entre sus brazos, lloró auténtica lágrimas de sangre. Algo que, lógicamente, hizo renovar los fervores y acrecentar las ofrendas.
A partir de aquel milagroso suceso, la ermita recibiría la visita de personajes tan ilustres como la reina Teresa de Portugal, la bautizada como «Reina y Santa», casada con el monarca leonés Alfonso IX. Su boda fue bendecida por el renombrado obispo de la diócesis don Manrique de Lara, que al poco concebiría la «loca» idea de erigir en nuestra capital un templo realmente memorable: la «Pulchra Leonina».
El primer cementerio público y general que tuvo la ciudad, en 1833, también estaba en la barriada de San Esteban, situado en los márgenes de la actual carretera de Asturias. En el viejo campo santo se realizaron inhumaciones hasta el año de 1932, fecha en que la necrópolis fue trasladada a un nuevo emplazamiento que ya venía efectuando enterramientos desde años atrás, bajo la advocación de San Froilán y situado en un paraje entre los ríos Bernesga y Torio. Sobre el antiguo solar se construyó posteriormente la Maternidad Infantil, sustituida actualmente por una residencia de ancianos y un parque.

^{Fuente: Diario de León}