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Calle de la Plegaria

Calle de la Plegaria

Plegaria placa Dentro del famoso barrio de San Martin, lleno de historia, de tipismo y de solera, se encuentra la calle Plegaria, en recuerdo de aquel piadoso gesto realizado por la reina doña Constanza en una mañana de Corpus. El barrio de San Martín, llamado a lo castizo el Húmedo, surgió al pie de la muralla legionaria en la época del rey Alfonso V, para luego quedar unido a la ciudad por la nueva cerca construida durante el gobierno de Alfonso XI, allá en siglo XIV.
La calle Plegaria, encrucijada delante del arco de Cardiles o Arco de Rege, arranca de la Plaza Mayor a la de San Martín; tiene sesenta y tres menos de longitud y su anchura es variable, cuando más de catorce metros en el antes llamado «Puesto de los Huevos», para tornarse muy angosta hacia la Plaza de San Martín. Son aproximadamente, cuatro metros de diferencia de altitud entre uno y otro extremo.
En el siglo XIV se la conocía por el nombre de Contratación. denominación desaparecida en el siguiente siglo a causa de la ya citada ampliación de la ciudad. Dentro de la calle, destacaba en aquella época la casona del marqués de Toral, que estaba emplazada frente a la iglesia de San Martin. Era un caserón de no muy orgullosa edificación, con un pórtico en cuya arcada tenia un escudo de armas con roeles y calderas. Este marqués formaba parte de la corte de Alfonso XI y tenía a su servicio al conocido moro Mulhacin, un diestro cazador que ganó con justicia su prestigio.
Por medio de unas escaleras se sube a la iglesia de San Martín, un templo cuya forma primitiva ya existía a principios del siglo XI. Posteriormente fue reconstruida en la segunda mitad del siglo XIII, aunque de esta reforma sólo queda el ábside poligonal, si bien roída y quebrantada su fábrica, que es la que tapa precisamente el edificio del Consistorio por su parte de atras.
La torre de esta popular iglesia, que antes llevó el nombre de San Martín del Mercado, tuvo que ser derribada en el año 1595, por encontrarse en estado verdaderamente bastante ruinoso.
El día 23 de marzo del año 1710 se hundió la nave mayor y parte de otra. En 1782 se terminó el coro y en 1850 hubo de hacerse otra reparación, esta vez en su fachada principal de la calle Plegaria. Colindante a la iglesia se encuentra la llamada fuente de la Plegaria. Renovada por el arquitecto leonés Fernando Sánchez Pertejo. en una cartela lleva bien visible la leyenda que nos indica la época de su restauración: Reinando Carlos IV se removió por la Junta de Fuentes el año 1801.

Asesinato del escudero
¿Por qué la antigua calle de la Contratación pasó a llamarse definitivamente Plegaria? Todo comenzó con la muerte en Jaén, el mes de septiembre del año 1312, del rey Femando IV «el Emplazado».
Dejaba una viuda de sólo veintidós años de edad, la reina doña Constanza, y un niño de apenas un año que fue nombrado sucesor de su padre con el nombre de Alfonso XI.
Frente a ellos, como pretendientes al trono que por entonces se encontraba vacío, aparecían el infante don Pedro, que era tío del rey, e incluso el infante Juan Manuel, hermano de la propia Constanza.
La reina, acompañada de su hijo y el séquito correspondiente, se había refugiado en León, ocupando el caserón de los señores de Toral, pertenecientes a la familia de los Guzmanes. El caserón en cuestión se encontraba en plena calle llamada entonces de la Contratación.
Pero la ciudad de León también estaba dividida por los bandos rivales, lo que originaba frecuentes choques y reyertas. La más conocida ocurrió el día antes del Corpus de 1313 en la llamada entonces calle de Escuderos, hoy Escalerilla. Por un lado de la calzada paseaba el infante don Alfonso acompañado por su escudero, cuando se abalanzó sobre ellos el caballero Diego Ramírez, espada en mano. Al poco, el escudero yacía muerto en el suelo, mientras que don Diego fue detenido por los «justicias» y luego encarcelado. Al día siguiente, dia del Corpus, la procesión de los disciplinantes pasaba por la calle de la Contratación. Al paso de la Virgen Dolorosa, una hermosa mujer vestida de luto se detuvo frente a la imagen y dejó sobre las «andas» un ramo de flores. Acto seguido doña Constanza, pues era ella la mujer, rogó a los clérigos que se cantase una plegaria por la paz del reino de León.
El pueblo quedó maravillado por el magnifico gesto de su reina, así que desde entonces la calle de la Contratación fue bautizada con el nombre de Plegaria. Una tradición popular que, gracias a Dios, ha pervivido hasta nuestros días.

Calle de la Plegaria

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