Categorías
Calles

Calle Juan de Ribera

Calle Juan de Ribera

Juan de Ribera placaEl día 16 de marzo del año 1963, siendo alcalde de nuestra ciudad don José Martínez Llamazares, se da lectura a la propuesta de denominación de distintas calles de la ciudad que hasta ese momento no tenían hombre, pues por lo general se las conocía con letras o números. Se rotula entonces con el término de Juan de Ribera a la que era segunda a la izquierda de los Solares de Picón, con entrada por la Avenida de Quevedo y salida por la calle C. Para entendernos mejor, la que era calle B de Picón en el Barrio de La Vega.
Los antaño llamados Solares de Picón, una zona prácticamente desierta situada a principios de siglo entre el río Bernesga y la calle Astorga, convertidos en su momento en improvisados campos de fútbol y correrías, que terminaban con una zambullida en el río, constituía el pulmón expansivo para la diversión de la gente menuda del Barrio del Crucero. Actualmente, aquel suelo se ha roturado para abrir calles que, como la que hoy nos ocupa, se han integrado en la populosa barriada.
De manera más precisa diremos que la calle Juan de Ribera se inicia en la dedicada a Juan de la Cosa,  concluyendo en un elevado paredón al que diecinueve escalones, divididos en forma de «Y», llevan a la Avenida de Quevedo. La calle por lo tanto no tiene salida, en un rectilíneo y mediano trazado.
Se inicia con la impronta característica de este barrio obrero y ferroviario del Crucero, desarrollado en gran parte a partir del ímpetu «ferroviario» nacido de la cercana ubicación de la estación del ferrocarril. Sus viviendas respetan la altura del entorno, siendo las edificaciones más modernas en su parte final.
Una vez ubicada la vía en su perspectiva urbana, pasemos a hablar de la figura que la titula. Antes de continuar, no debemos equivocar a nuestro protagonista con Juan de Ribero, contemporáneo de aquél y que como arquitecto colaboró en el Palacio de los Guzmanes, San Marcelo y varias obras más. O incluso con el afamado pintor Juan Antonio de Ribera, posterior en el tiempo a nuestro personaje, pintor de cámara de Carlos IV y director del Museo del Prado.
Juan de Ribera
El Juan de Ribera que nos ocupa nació, el 27 de diciembre de 1532 en Sevilla. Su padre era don Pedro Enríquez y Afán dé Ribera y Portocarrero, duque de Alcalá y marqués de Tarifa, y la madre doña Teresa de los Pinedos.
En 1554 se halla en la Universidad de Salamanca estudiando Cánones, Artes y Teología. Muy joven abrazó la vida del sacerdocio y con su tenacidad, estudio e inteligencia, llegaría a los más altos cargos.
Gracias a sus relaciones con el pontífice Pío IV, en 1562, con tan sólo 30 años, será nombrado obispo de Badajoz, teniendo que ser dispensado para oficiar su primer pontifical por no tener la edad adecuada. Cobraría fama en el concilio compostelano de 1565, donde destacó por su exposición sobre la vida pastoral. Aún así, tuvo problemas con la Inquisición de los que saldría airoso.
Alegando su edad, intentó no aceptar la mitra de Valencia, a lo que le obligó Pío V. Salió de Badajoz entregando sus bienes y dineros a los pobres y humildes, entrando en Valencia en marzo de 1569.
Tras treinta años de frustrados intentos, utilizó su posición e influencias para ser uno de los principales impulsores y el más firme abogado ante el rey de la expulsión de los moriscos de 1609.
Escribió numerosas obras. Desde 1569 hasta 1610, hizo 2715 visitas pastorales a las parroquias y los resultados de esas visitas los dejó en 91 volúmenes con 91,000 páginas. Celebró siete sínodos, prosperó su Universidad y su labor fue reconocida por los fieles que le veían a diario predicar en la Catedral.
Dedicado al estudio de las Sagradas Escrituras, será nombrado virrey y capitán general de Valencia por Felipe III, llegando a ser al mismo tiempo jefe religioso y jefe civil.
Asimismo, fundaría las agustinas descalzas y la provincia capuchina de la Sangre de Cristo. Protegió a artistas, sabios y eruditos, además de ayudar a los necesitados hasta el punto de vender varias veces sus ornamentos para ello.
Fundó el Real Colegio Seminario del Corpus Christi, conocido entre los valencianos con el nombre de El Patriarca, cuyo cometido principal era la formación de sacerdotes según el espíritu y las disposiciones del Concilio de Trento, tal y como recoge el mismo fundador en las constituciones. Se convirtió así en un ejemplo de la Contrarreforma en Valencia.
El clima religioso de la Contrarreforma y la personalidad y mecenazgo artístico de Juan de Ribera lo convirtieron en una de las figuras más influyentes de este periodo. San Pío V, el promotor de la Contrarreforma, lo llamó, cuando Ribera tenía unos cuarenta años, lumen totius Hispaniae (lumbrera de toda España).
Juan de Ribera fallecía en Valencia el 6 de enero del año 1611. Pío VI lo beatificó el 18 de septiembre de 1796 y Juan XXIII lo canonizó con solemnidad el 12 de junio del año 1960.

Juan de Ribera

Fuente:
Diario de León
Wikipedia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.