Calle Juan de Vega
Allá por la década de los treinta del pasado siglo la antigua barriada de La Palomera, pues desde mucho tiempo atrás se la llama por este nombre, comenzó lo que ahora se conoce como progreso urbano. Toda la zona que hasta entonces había sido considerada extramuros de la ciudad, o como popularmente se decía «afueras de León», fue sufriendo con el paso de los años y la fuerza arrolladora de su creciente demografía, una lenta pero radical transformación. Proceso que convirtió aquellos prados y tierras de cultivo en calles y casas que lo inundaron todo, dando lugar a un nuevo León.
Así surgió en el Barrio de San Lorenzo la que inicialmente se conocería como Travesía de La Palomera, nombre decidido por exigencia popular. Su definición tiene una explicación bien sencilla: entre aquellas fincas rústicas de antaño hubo una amplia presencia de palomares, y de ahí que la gente bautizase esos terrenos con los nombres de Palomares o Palomera. Posteriormente desaparecerían los que fueron caminos rústicos, siendo sustituidos por calles de vecindad.
Una de esas vías es la que hoy traemos a nuestro comentario sobre las calles de la ciudad, en este caso la que lleva en su rótulo el nombre de Juan Vega.
Arteria de corto trazado y más bien estrecha, que tiene su inicio en la citada calle La Palomera, para terminar en la que homenajea el misticismo de Santa Teresa de Jesús. En palabras del admirado don Máximo Cayón Waldaliso, «calle sin más historia que la misma historia de su buena vecindad».
¿Quién fue y porqué nuestro Ayuntamiento ha dedicado una calle al personaje Juan Vega? La verdad es que semejante pregunta resulta difícil de contestar y su esclarecimiento ha supuesto una compleja labor investigadora. En principio, parece evidente que cuando se procede a bautizar de esta forma una vía leonesa, alguien del Ayuntamiento o quizás un vecino influyente tuviera relación con la bonita villa de Grajal de Campos. Seguir la línea genealógica de los Vega, señores de Grajal, es labor ardua y complicada. Porque si ya inicialmente los nombres de Juan, Hernando o Suero, se repiten en multitud de ocasiones, posteriormente se enlazarán con los de Manrique, Acuña, Alburquerque o Borja, dando lugar a una complicada trama de personajes. Es más, incluso en nuestros días podemos encontrar repetido varias veces al vecino de nombre y apellido Juan Vega.
Vamos con algunos apuntes del pasado. Grajal de Campos debe su fundación a los romanos, allá por el año 177 a. C. A lo largo de los tiempos ha sido testigo de primera línea de los grandes acontecimientos y avatares de la Historia.
Ha conocido el paso de Almanzor las luchas fratricidas entre hermanos, e incluso ha sufrido en sus calles la muerte de Raimundo de Borgoña, marido de doña Urraca. De su pasada grandeza ya sólo queda el recuerdo, trasladado en el presente siglo a las que fueron y dieron sustento e importancia a la villa, fábricas de licores, de harinas o una popular fábrica de galletas. De los Vega, el más conocido es don Hernando de Vega, Comendador Mayor de Castilla y a quien se debe la construcción del magnífico castillo de Grajal, símbolo del lugar. El poderío feudal del apellido cobra mayor importancia con Juan Vega, ensanchado bajo el reinado de Felipe III al concederle el título de conde de Grajal. Casado con Tomasa Borja en 1599, fundará en la villa un convento de franciscanos descalzos, con el nombre de la Antigua, y que servirá para acoger los restos de los condes y sus descendientes. Fallecerá don Juan, según consta en su epitafio, en el año de 1609.
También debemos hacer mención al espléndido palacio renacentista del siglo XVI, como la fortaleza, emplazado en la Plaza Mayor por encargo de los Vega. Diversos autores atribuyen su autoría al prestigioso Gil de Hontañón. Combinando varios estilos, destaca por su patio interior, la escalera regia y la espectacular rejería. Perteneció durante siglos a los señores condes de Grajal, pasando no hace mucho tiempo a manos particulares.
En definitiva, toda una serie de galardones históricos que vuelven a la memoria colectiva en la calle leonesa dedicada a Juan Vega.
Fuente: Diario de León