Calle Puerta de la Reina

¡Ahí la tienen! Ni es puerta, ni vive ninguna reina, ni sabemos donde está. Sí, decimos bien, porque siendo una calle céntrica la que está bautizada con ese nombre, desconocemos porqué razón son pocos los ciudadanos de León que la ubican. Y la verdad es que llevamos algo más de treinta años yendo y viendo por ella, probablemente sin recabar que tiene una denominación tan bonita como esas antiguas de Puerta Obispo, Puerta Castillo, Puerta Moneda…
Es como decimos de mero tránsito, a modo de pequeña travesía que comunica dos arterias urbanas tan destacadas como son la avenida de la Independencia, donde comienza, y la calle Santa Nonia, su punto final. Casi tendríamos que concluir aquí nuestra narración, sino fuera porque dan a ella dos caprichosos inmuebles de los cuales hablaremos más adelante: el Teatro Emperador en su parte trasera, un edificio romántico, pleno de aromas y evocaciones de tiempos pasados; y el Edificio Fierro, o popularmente, la Biblioteca de Berrueta.
La Puerta de la Reina hace referencia a María Bárbara de Braganza, nacida en 1710 y casada a los 18 años con el rey Fernando VI, hijo de Felipe V y de María Luisa de Saboya. Hija del monarca Juan V de Portugal, esta princesa portuguesa tuvo de niña un ataque de viruela que la afeó el rostro, pero destacando siempre por su esbelta, admirable y elegante figura. Sobresalió como reina por su bondad, simpatía y sencillez; una mujer piadosa y aficionada a la música.
Cuando la Corte se hallaba en Aranjuez, doña María Bárbara caería enferma, siempre temerosa de que su esposo muriera y ella quedara desamparada en un país extranjero, falleciendo el 20 de julio del año 1758 y siendo una de las soberanas más queridas por el pueblo español. Los reyes no tuvieron descendencia, por lo que Fernando VI, viéndose privado de la única persona a la que amó y con la que siempre vivió, desfallecería hasta la muerte, se dice que de tristeza, el 10 de agosto del año siguiente.
Con el nombre de Puerta de la Reina se conocía la fachada de la antigua fábrica de lienzos, hilaturas y alfombras que mandó construir el rey Fernando VI a mediados del siglo XVIII para el mejor progreso industrial de la ciudad, en la zona entonces llamada del Campo de San Francisco y que se extendía hasta la actual calle General Lafuente.
De la fábrica sólo se respetó esta fachada, ocupando el lado norte del que luego sería Hospicio del Obispo Cuadrillero. Finalmente, en el año 1948 y piedra a piedra, fue trasladada al nuevo palacio de la Audiencia Provincial que se inauguró un par de años después en la calle del Cid.
Este edificio que hasta 1992 acogería los juzgados leoneses, ahora trasladados al Paseo Sáenz de Miera, tiene como decimos una bella portada con un gran arco y dos magníficos medallones que representan a los reyes Fernando VI y María Bárbara. Ambos se hallan flanqueados por las figuras del Comercio y las Bellas Artes, y el conjunto rematado por un escudo nacional coronado por la estatua de la Fe y diferente flora ornamental.
Según les avanzamos, la calle da la espalda al romántico Teatro Emperador, que en el año 2001 cumplió sus bodas de plata, concretamente el día 26 de septiembre. Levantado sobre el solar que antes ocupara la Sociedad Electricista de León, tres arquitectos proyectaron el que sería cine más popular de la ciudad: los hermanos Manuel y Gonzalo Cárdenas, y Francisco Javier Sanz. Ocuparía una manzana entera de calles y, además de proyectar las mejores películas del momento, por su escenario han pasado las grandes compañías teatrales y los más populares espectáculos musicales.
En 1966 se trasladaba la Biblioteca pública al nuevo edificio construido para la Institución Fierro. Como quiera que aquella se viera enriquecida por la donación de la que fuera biblioteca particular de don Mariano Domínguez Berrueta en el año 1961, se decidió que en adelante llevase dicho nombre. Ahora completa sus fondos con aportaciones de particulares y distintos legados consignados por la Diputación Provincial. En sus instalaciones se ubica también el Instituto Leonés de Cultura, siendo un centro de estudio e investigación de primer orden en cuanto a temas regionales y locales.