Plaza del Grano
Se puede caminar por la Plaza del Grano y escrutar la verdadera esencia del pueblo que antaño fue León. Tradiciones, significado religioso, costumbres. Es la zona que más conserva el aspecto rústico auténtico y el tipismo leones. Su pavimento es el más antiguo que se conserva en la ciudad, el mismo empedrado que hace siglos pisaran mercaderes del grano y el pan, el mismo donde se juntaban los leoneses para escuchar como se pregonaban las ordenanzas de la caza y pesca, de las medidas oficiales para zapateros y curtidores. Suelo, que también sirvió de ocio con la celebración de alguna que otra corrida de toros con algunas tan sonadas como la de 1663, festejando haber traído lluvia la Virgen. Y por supuesto espacio pisado por las chanclas de los peregrinos hacia Compostela.
Muchos piensan que es la plaza más bonita de la ciudad, por su aspecto y por la tranquilidad que se respira en ella.
Cada acontecer en este asiento, cuyo nombre oficial es la Plaza de Santa María del Camino, rememora constantes recuerdos de aquel pasado. Su nombre popular, Plaza Del Grano, se lo debe al comercio que hasta 1666 allí se concentraba. Primero para vender granos de semillas y después para convertirse en un mercado de diferentes gremios. Artesanos que en la actualidad nos recuerdan las calles adyacentes.
La plaza es de planta irregular y se encuentra parcialmente porticada ya que, aunque en origen la totalidad de la plaza se encontraba porticada, el paso de los años ha hecho que los viejos inmuebles porticados hayan sido sustituidos por otros sin soportales.
Su sentir religioso, que tanto marcó a la plaza durante siglos, viene atribuido a la aparición de una imagen de la Virgen María, justo en el lugar donde ahora se ubica una cruz de piedra de base cuadrada en la que los cofrades de Santa María «in sábato» le cantaban la Salve. Esta cruz era así mismo el rollo o picota de la ciudad, donde según consta en una antigua crónica de 1663 se apareció la Virgen el 9 de febrero del año 560. Próxima al lugar, se levantó una iglesia conocida con el nombre de «La Zarza» ya que un pastor encontró la imagen entre zarzas y matorrales. Esa iglesia, que el tiempo destruyera en diferentes conflictos bélicos, es hoy La Iglesia del Mercado, una de las más antiguas de la ciudad, con absides románicos que dan a la plaza y declarada patrimonio nacional.
En la calle opuesta a la iglesia hay un Convento de monjas benedictinas, que llegaron en 1600 de la localidad de Carbajal de La Legua y de hay su nombre «Las Carbajalas». En la misma fachada, aún hoy se escucha el sonido y pisadas de peregrinos que pueden pernoctar en el albergue próximo y sellar su pasaporte hacia Compostela.
En el centro de la plaza, y cobijada entre dos frondosos árboles, se alza una fuente construida en el reinado de Carlos III. Una fuente con dos niños que representan la confluencia en la ciudad de los ríos Bernesga y Torío. La fuente está compuesta por un pedestal en el que se eleva una columna con base ática y capitel con hojas de acanto y espadaña y en lo alto dos escudos de la ciudad. Los niños están unidos a la columna, teniendo bajo sus brazos cruzados por la espalda una máscara de león que vierte agua en un cuenco. Esta fuente se inauguró el año 1769.
La Plaza del Grano es uno de los rincones más auténticos del viejo León.
En octubre, durante las fiestas de San Froilán, rememora una forma antigua de transporte convirtiéndose en escenario de carros engalanados que llegan de toda la provincia.
Y cada noche, la luz amarillenta de sus farolas, dibuja cada rincón con una romántica y nostálgica impresión sabor a pueblo y a oronda historia. Los niños mofletudos de la fuente, aportan un acorde de ternura y la cruz de piedra, el sentimiento y devoción a una Virgen «La Morenica del Mercado», como se conoce a la antigua y auténtica Virgen del Camino, que un día quiso sellar para siempre la historia de esta ciudad.
Fuente:
La Crónica de León
Wikipedia