Esta iglesia hoy desaparecida databa del siglo XI o al tiempo de la reconquista de la ciudad por los reyes de Asturias.
De la historia de esta iglesia, y antiguo monasterio, derribada en junio de 1967 poco hemos conservado y casi no hay datos relativos a ella. Sobre la composición, estilo y configuración de la iglesia tenemos que remitirnos a las descripciones y datos aportados por diversos autores.
«La iglesia es bien modesta y sencilla; su estructura de una sola nave abovedada sin crucero y sus materiales tierra y ladrillo. Pero no deja de tener interés este sistema constructivo típico en el país, los grandes tapiales entre machones de ladrillo; así como no carece de línea y esbeltez la silueta de la espadaña, toda de ladrillo, con sus dos órdenes de ventanas semicirculares, para las campanas y sus remates. Y, por descontado, tiene mucho más carácter que el portalón moderno abovedado, con el que se sustituiría el antiguo pórtico y cuya puerta (con la fecha de 1868) sostiene aquella gran hornacina y agudo frontón… todo del peor gusto.»
Tan solo una pequeña ventana en la calle Panaderos conservaba rasgos labrados de arquitecturas anteriores. «existía una ventana con arco de casetones decorados, columnitas estriadas, friso y cabezas de ángeles y frontón triangular partido en el que había una cruz.»
Si el templo no tenía grandes cualidades arquitectónicas, solo su raigambre tradicional y rural, que no es poco, en su interior se conservaban importantes piezas artísticas que, de una manera o de otra, han llegado hasta nosotros. Así: Un sagrario del siglo XVI de estilo plateresco, con tres cuerpos y planta semicircular, que decora las puertas con los relieves de la Crucifixión y el Descendimiento; una talla de la Piedad, del siglo XVI, muy buena, obra de Bautista Vázquez, escultor que trabajó en la Catedral en la segunda mitad de dicho siglo; y una talla del Salvador, sedente, de la misma época, con la bola del mundo en la mano.
De la historia de esta iglesia, y antiguo monasterio, derribada en junio de 1967 poco hemos conservado y casi no hay datos relativos a ella. Sobre la composición, estilo y configuración de la iglesia tenemos que remitirnos a las descripciones y datos aportados por diversos autores.
«La iglesia es bien modesta y sencilla; su estructura de una sola nave abovedada sin crucero y sus materiales tierra y ladrillo. Pero no deja de tener interés este sistema constructivo típico en el país, los grandes tapiales entre machones de ladrillo; así como no carece de línea y esbeltez la silueta de la espadaña, toda de ladrillo, con sus dos órdenes de ventanas semicirculares, para las campanas y sus remates. Y, por descontado, tiene mucho más carácter que el portalón moderno abovedado, con el que se sustituiría el antiguo pórtico y cuya puerta (con la fecha de 1868) sostiene aquella gran hornacina y agudo frontón… todo del peor gusto.»
Tan solo una pequeña ventana en la calle Panaderos conservaba rasgos labrados de arquitecturas anteriores. «existía una ventana con arco de casetones decorados, columnitas estriadas, friso y cabezas de ángeles y frontón triangular partido en el que había una cruz.»
Si el templo no tenía grandes cualidades arquitectónicas, solo su raigambre tradicional y rural, que no es poco, en su interior se conservaban importantes piezas artísticas que, de una manera o de otra, han llegado hasta nosotros. Así: Un sagrario del siglo XVI de estilo plateresco, con tres cuerpos y planta semicircular, que decora las puertas con los relieves de la Crucifixión y el Descendimiento; una talla de la Piedad, del siglo XVI, muy buena, obra de Bautista Vázquez, escultor que trabajó en la Catedral en la segunda mitad de dicho siglo; y una talla del Salvador, sedente, de la misma época, con la bola del mundo en la mano.
Ubicación original de la iglesia de San Salvador del Nido sobre la configuración actual de la ciudad.
Fachada de la iglesa antes de su derribo
Solar que ocupaba la iglesia
Estado actual
Fuente: León Perdido