Leonesa, leonesa
Leonesa, leonesa,
¿no eras tú la que decías
que en llegando los de Astorga
con uno te casarías?
Los de Astorga ya han llegado,
con ellos no te has casado,
y ahora, ¿qué dirá la gente?
Solterita te has quedado,
El amor del forastero
es como el de las golondrinas,
que cuando acaba el verano
a su tierra se encaminan.
Si supiera que cantando
daba gusto a mi morena,
toda la noche cantara,
de La Bañeza a Cullera.
La piedra que mucho roda
no vale para cimiento;
el galán que mucho ronda
no vale pa’l casamiento.
Allá va la despedida,
y en la despedida un ramo
con letras de oro que digan:
Vivan los que están cantando.