Categorías
Curiosidades

El incendio de la Catedral de Léon

El incendio de la Catedral de León, 50 años.

Incendio Catedral de León

Día 29 de mayo de 1966, domingo de Pentecostés, aquella tarde de primavera se produjo una fuerte tormenta en la ciudad con abundante aparato eléctrico. Alrededor de las 18.30 horas, un rayo de gran potencia cayó sobre el templo y fue recogido por el pararrayos de la torre de San Miguel. En una situación normal, este tipo de descargas eléctricas eran conducidas de los pararrayos mediante tirantes de metal a unos fosos en la Carretera de los Cubos; pero una de las descargas fue tan enorme y de tanta intensidad que no pudo ser absorbida, produciéndose un retroceso de la carga eléctrica que puso incandescente el hierro conductor por el que circulaba, rebotando y llegando hasta la cubierta de la fábrica realizada en madera de pinotea en el s. XIX. Esta madera, en contacto con el hierro incandescente, comenzó a arder muy rápidamente y con gran intensidad, aunque las primeras señales de humo no se apreciaron hasta las 20:00 horas. Desde el Seminario se avisó a la catedral, a los bomberos y al obispo.

De forma paralela al momento en el que la oscuridad de la noche se hacía más visible, surgieron las primeras llamas. A las 20:30 surgían las llamas en la cubierta del crucero sur y a las 21:30 ardía toda la techumbre, desde el ábside hasta el hastial de la fachada principal, ofreciendo un aspecto desolador.

La actuación de los bomberos de León fue inmediata. A ellos se sumaron los equipos apagafuegos de la Base Aérea de la Virgen del Camino y los soldados de Almansa. Tal era el desastre que se presagiaba que las emisoras de radio hacían llamadas a las provincias limítrofes, lo que movilizó hacia la ciudad equipos de bomberos de Zamora, Valladolid, de la Base Aérea de Villanubla, de Palencia, Santander, Oviedo, Gijón, Avilés y llegados también de la Base Hispano-Americana de Torrejón de Ardoz, en Madrid –aunque finalmente algunos de ellos no tuvieron que intervenir y otros incluso se detuvieron en el camino al confirmarse más tarde que su intervención no era necesaria-.

El templo, contemplado desde Trobajo del Camino, el Portillo o el Portillín, era una barca de fuego anclada en medio de la ciudad.Pero el momento más alarmante se produjo cuando se oyó el crujido del derrumbamiento del tejado y el «estruendo aterrador» de la caída en el interior de la catedral de los ocho florones de madera que colgaban de las claves de los arcos. «Se pensó en ese momento que las bóvedas comenzaban a derrumbarse y la imaginación veía ya a toda la catedral en ruinas y las vidrieras saltando a pedazos», recoge la crónica del Boletín Diocesano.

ncendio Catedral de Leon

Como encargado del Patrimonio y ante la petición expresa del Gobernador Civil de la ciudad, Andrés Seone se hizo cargo del siniestro y desde un primer momento coordinó los trabajos de extinción. Seoane conocía «palmo a palmo» la Catedral y gracias a ello y su «inteligente y heróica intervención» se dominaron las llamas y se evitó una catástrofe mayor.

La primera orden que imparte es la retirada de los bomberos, dejando que el incendio, aunque controlado, se extinguiera de forma natural. Esta decisión, asombrosa en un principio, hizo que se salvara la Catedral de un derrumbe inminente.
Aquella sorprendente y valiente disposición tenía una explicación muy sencilla y Andrés Seoane, como buen profesional y experto en la fábrica del templo, la conocía. Debajo de la enorme techumbre de la Catedral construida con teja y madera, se encontraban las bóvedas de la fábrica, realizadas y conformadas con piedra toba de Renedo de Valderaduey. Se usó mucho en obras monumentales para las techumbres porque debido a sus características volcánicas es una piedra muy ligera y porosa y que tiene menos peso que calizas y granitos. La piedra toba admite el calor, pero tiene el inconveniente de que absorbe el agua. Esta piedra, al recibir cantidades ingentes de agua, aumenta espectacularmente de peso, lo que hubiese originado toneladas y toneladas de sobrepeso en las bóvedas y su desplome inevitable.

Una vez que el incendio quedó controlado se tomó la decisión de no echar más agua encima de la bóveda y se mantuvo «como un brasero que duró tres o cuatro días. Aquella noche permanecieron en la Catedral hasta pasadas las dos de la madrugada y por la mañana empezaron la jornada casi de amanecida. La policía y varios retenes de los muchos que habían acudido a auxiliar a los leoneses vigilaron toda la madrugada.

Incendio Catedral de Leon (12) Incendio Catedral de Leon (1)

 

 

 

 

 

 

 

Pese a lo arriesgado de la intervención para extinguir el fuego sólo hubo un bombero herido. Manuel R. Valencia, de 52 años, fue atendido en la Casa de Socorro por lesiones leves. También se registró la asistencia al joven soldado del Regimiento de Almansa José A. Álvarez, que fue agredido por un vecino al que impidió acceder a la plaza de Regla.

Después del susto y de las emociones, León pudo dormir con cierta tranquilidad. Al día siguiente se pudieron ver las piedras chamuscadas y algunos pináculos reventados . El pavoroso incendio quedó impreso en la memoria de la ciudad como un recuerdo inolvidable. León salvó ese día su Catedral.

El incendio no solo generó una gran expectación y preocupación en la ciudad y en la provincia, sino en toda España e incluso fuera de las fronteras nacionales. Desde el Vaticano se llegó a trasladar un mensaje de interés por la situación y los daños en el templo.
También se comunicó rápidamente con el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, quien rápido trasladó la magnitud del suceso al jefe del Estado que estaba presenciando la final de Copa, quien no dudó en «movilizar toda clase de recursos y ayudas».
Estuvieron presentes el alcalde desde el primer momento con el equipo de bomberos, los gobernadores civil y militar, el presidente de la Diputación y demás autoridades; la Aviación, el Regimiento, la Policía, Guardia Civil y fuerzas de todo orden y elementos técnicos como los arquitectos. También personas particulares, entusiastas y vecinos acudieron de inmediato a prestar ayuda a todo orden arriesgando sus vidas. Llegaron telegramas de autoridades civiles y eclesiásticas de España, Europa y América. Especialmente elocuente fue el del Ministro de Información y Turismo. Colaboración muy valiosa prestaron los seminaristas con el traslado al Seminario de las reliquias de San Froilán y de valiosas piezas del Museo.
Sorprendió entonces que Radio París y la BBC de Londres informasen puntualmente esa misma noche del evento y que el lunes lo hiciera la prensa italiana y francesa. Varias agencias extranjeras enviaron corresponsales a nuestra ciudad. La prensa local y nacional no escatimaron tiempo ni espacio en su información. En la mañana del lunes se personó en el palacio episcopal monseñor Enrique Tarancón, Metropolitano de Oviedo, para interesarse por la dimensión del siniestro y acompañar en estos momentos a monseñor Almarcha quien, a sus 79 años, superadas las horas de amargura y de angustia de la noche anterior, estaba ya más preocupado en la inmediata restauración. De Madrid llegaron también el arquitecto de la catedral, responsables y técnicos de los Ministerios de Educación y Ciencia, de la Vivienda y de Hacienda. En reunión con el señor Obispo y el presidente del Cabildo quedó decidida la restauración de la techumbre de la Catedral con una nueva estructura metálica. Esa mañana se iniciaron las labores de descombro.

Incendio Catedral de Leon (16) Incendio Catedral de Leon (8) Incendio Catedral de Leon (7) Incendio Catedral de Leon (6) Incendio Catedral de Leon (3) Incendio Catedral de Leon (2)

Ese mismo día 30 don Luis Almarcha decía en un comunicado: «Nada de su valor artístico e histórico quedó destruido. Ahí están intactos los muros; intactas las vidrieras; intacto nuestro archivo histórico; intacto nuestro museo». Y manos a la obra. El día tres de junio solicita el obispo al ministro de Hacienda la subvención de cinco millones de pesetas, que se concedió para la nueva cubierta según proyecto del arquitecto de la catedral Luis Menéndez Pidal. El día 14 de agosto, el ministro de Hacienda, Juan José Espinosa San Martín, entregó personalmente a monseñor Almarcha un cheque por esa cantidad. A ello hay que añadir la cantidad de 312.308,99 pesetas, la técnica y los elementos necesarios que aportó el Ministerio de Educación y Ciencia. A nivel particular, la fundición Rogelio Fernández aportó toda la obra de la estructura metálica de la nave central. También llegó un donativo de la catedral Metodista de Washington recordando que sus vidrieras se hallan inspiradas en la de León.

Incendio Catedral de Leon (11) Incendio Catedral de Leon (10) Incendio Catedral de Leon (9) Incendio Catedral de Leon (5)

Tras el incendio, la catedral permaneció cerrada a las visitas, aunque las puertas permanecían abiertas para facilitar el secado de la humedad de las bóvedas. El 1 de junio, el ejemplar de Diario de León recogía una información en la que titulaba que la restauración del templo ya había comenzado. En su crónica se alude a la visita del director general de Bellas Artes, Gratiniano Nieto, quien, a preguntas de los periodistas sobre la fecha de inicio de los trabajos, declaró que la restauración «ha comenzado ya porque un monumento de tan excepcional importancia no admite treguas» y lo había hecho «con la retirada de escombros, vigas quemadas y tejas partidas que hay sobre la bóveda», apuntó. Durante días se repusieron unas 50.000 tejas y apenas unos días más tarde del incendio, el proyecto de recomposición de la estructura ya estaba totalmente redactado para llevar a cabo las obras lo antes posible.

Las cerchas de madera de pino de la cubierta hecha cenizas —del siglo XIX— fueron sustituidas después del incendio por una estructura de hierro hecha en una forja leonesa por la empresa Rogelio Fernández. Es la que soporta hoy el tejado de la Catedral cuyas últimas reparaciones se realizaron en el año 2009. La cubierta metálica planteaba el problema de su rigidez frente a la flexibilidad de la madera para soportar los movimientos del edificio. Para solucionarlo se acoplaron a las cerchas unos rodamientos que permiten que la cubierta se adapte al edificio.Las obras de la nave central con las nuevas cubiertas finalizaron el día 15 de octubre de 1966 pero no fueron recibidas hasta el 28 de mayo de 1967.

Catedral de León (18) nueva cubierta1

Seis días más tarde del incendio, la catedral volvió a abrir para el culto de los fieles, en un día cargado de emoción para los leoneses.
Ese mismo día hubo una solemne ceremonia en la catedral con Misa y Te Deum de acción de gracias por no haber sufrido el templo daños en lo artístico e histórico. También para cumplir el Cabildo un año más con el voto por la inmunidad del templo cuando en 1715 cayó otro rayo. El incendio predicó, proclamó y anunció su belleza. El incendio la hizo más bella.

Las crónicas de la época apenas deslizaron el nombre de Andrés Seoane, pero en el mes de octubre de 1966, el subdirector general de Educación y Ciencia, Lora Tamayo, a petición expresa del obispo Almarcha, firmaba en el Boletín Oficial del Estado su ingreso en la Real Orden de Alfonso X El Sabio con la categoría de Encomienda.

obispado 1

En el Archivo Municipal de León, el único rastro del incendio de la Catedral del 29 de mayo de 1966 se encuentra en dos hojas de la Comisión Municipal Permanente celebrada el 2 de junio de 1966. Son mociones de urgencia con el «profundo sentimiento de la Corporación municipal» por el siniestro y los agradecimientos a los «ayuntamientos de Oviedo, Santander, Avilés, Zamora, Palencia y Valladolid por haber acudido inmediatamente con los medios de que disponían para colaborar en la extinción del siniestro».

incendio catedral 2

Vídeo en las noticias del NODO de la época

Fuente:
– Diario de Leon
– La Cronica de Leon
– Archivo del Cabildo Catedralicio
– Fotografia Cesar Andres
– Fotografias Hermanos Seoane
– Archivo Fotográfico Base Aérea Virgen del Camino
– Filmoteca RTVE
– Ayuntamiento de León

6 respuestas a «El incendio de la Catedral de Léon»

Me ha encantado ver ese reportaje tan completo y todos los datos que se aportan.
Yo lo presencié en la plaza de Puerta obispo fue angustioso ver aquellas llamas temiéndonos lo peor….

Desde el campo de la Iglesia de Villaquilambre…..que parece estar a la misma altura.
Un lugar con una vista sobre cogedora de ese momento, que hacía presagiar lo peor.
Gracias por este gran reportaje despues de tantos años.

Aunque no soy católica, lloré ante la Pulcra Leonina en llamas, yo tenía 15 años… Me sigo emocionando cuando voy a León y la veo, desde el Portillo.

Yo estaba en una torre de la Casa Botines bordando, en aquellos tiempos había una pensión. Al oir las sirenas bajé y ls gente corría y lloraba diciendo: que se quema ls Catedral!! Fue emocionante y daba mucho miedo por lo que podía pasar. No lo olvidaré nunca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.