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Calle Santiago

Calle Santiago

Santiago_placaLos rótulos o placas que nos sirven de guía a la hora de identificar una calle, la titulan simplemente Santiago, aunque en la mayor parte de los callejeros, en teoría mejor redactados y documentados, viene reflejada como calle Santiago Apóstol. Sea como fuere, está claro a quien pretendió dedicar esta calle nuestro Ayuntamiento. Como primer dato, nos encontramos en el Barrio de El Ejido, en su parte final y ya muy cerca de la Avenida Real.
Comienza nuestra calle en la vía que lleva el nombre de San Carlos Borromeo; para después de un recto y mediano trazado, finalizar en una calle que durante muchos años recordó al General Moscardó, pero según el acuerdo municipal de borrar del nomenclátor las últimas «referencias franquistas», ha variado su denominación por la del renombrado escultor Víctor de los Ríos.
Se trata de una vía de estructura única en ambos sentidos, con casas de dos plantas que sorprenden gratamente por la vivacidad y contraste en el colorido de su aditamento urbano, con diferentes estilos y sobre todo una gran variedad de puertas de acceso a las viviendas. En definitiva, una original, bonita y tranquila calle, sólo afeada por la desmesurada cantidad de antenas de televisión que campan a sus anchas por los tejados.

Santiago de Zebedeo o Jacobo de Zebedeo, conocido en la tradición cristiana como Santiago el Mayor para distinguirlo del otro discípulo homónimo, fue uno de los Doce Apóstoles. Nació probablemente en Betsaida (Galilea). Fue hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan el Apóstol. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era.
Según una tradición medieval, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules. Según el escritor gaditano Fray Gerónimo de la Concepción, Santiago fue quien consagró el Templo de Hércules a San Pedro (Sancti Petri). Siguió bordeando la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Una tercera versión postula su llegada a Carthago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.
En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que este hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por San Pedro.
Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos, permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano. No obstante, el papa León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal reafirmó la pertenencia de los restos al apóstol.
El descubrimiento de la Tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua «Vía del Finisterre», ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo. De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente y se puede afirmar que los celtas – en el primer milenio antes de nuestra era – recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.

Consagrada como institución religiosa por el Papa Calixto II, la Ruta Jacobea tiene su inicio en el remoto año de 1112 y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo. El próximo año jacobeo tendrá lugar en 2021.
Gracias al rey Alfonso II el Casto, quien defendió ante las autoridades católicas la gestión del privilegio para los peregrinos, este Camino místico y turístico fue llamado durante muchos siglos «Francés», porque gran parte de los caminantes venían desde tierras francesas, salvando infinidad de obstáculos y peligros.
Al impulso de las grandes gestas peregrinas, España entró en relación con Europa y, por supuesto, experimentaría una gran transformación y evolución. Porque el Camino Jacobeo supuso una gran obra de ingeniería en nuestro país, hablando naturalmente de la época medieval. Acuciados por la «presión turística», los reyes y gobernantes construyeron puentes y carreteras, levantaron hospedajes y esos magníficos edificios religiosos que tanto han significado y aún significan en la historia española.
Recordemos, aunque sea con brevedad, los pasos que seguían los romeros una vez llegados a León. Entraban en la capital por el entonces llamado Castro de los Judíos, actual Puente Castro, para luego proseguir hacia el Barrio de Santa Ana, donde además de hacer un alto para orar en su iglesia de porte modesto pero gran tradición, eran recibidos con todos los honores por los Caballeros de San Juan. La siguiente parada era en el templo de Santa María del Camino, una vez rebasados el Prado de los Judíos y el Arco de Puerta Moneda. El recorrido seguía hasta la auténtica joya leonesa, la «Pulchra leonina», y después se realizaba una piadosa visita a la Basílica de San Isidoro. Finalmente, cumplidos todos los rituales y obligaciones religiosas, el peregrino tomaba la Rúa Nueva hasta llegar a San Marcos y su famosa hospedería.

Santiago

Fuente: Diario de León
Wikipedia

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