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Calle San Pelayo

Muy cerca de la Catedral se encuentra la calle de San Pelayo: reposada, como si el tiempo no hubiera pasado por ella, aunque también bastante desfigurada por las modernas edificaciones que, implacables, avanzan y destruyen al antiguo León. Son muchas las calles y plazas que ven cambiar su fisonomía por el derribo de los vetustos edificios y el nacimiento de otros nuevos.
Estamos en una de las vías con más rancio sabor leonés, plena de vestigios históricos y ubicada en el entorno catedralicio. Comienza en la calle Pablo Flórez, para concluir en la de Serranos. Las reminiscencias de otras épocas se inician en su lado izquierdo con el lateral del que siempre conocimos como edificio de Correos, levantado hacia 1912 en la Plaza de la Catedral por la mano del arquitecto Manuel de Cárdenas, edificio todo él en piedra y donde se ubicaría la casa de Correos y Telégrafos.
Solamente los días de diario y en la época escolar, la arteria se contagia del bullicio de la chiquillería que acude al Colegio Santa Teresa, las «Teresianas», cuyo patio se prolonga hacia el lado derecho de la calle. Pero siguiendo avanzando lentamente por este primer tramo de la vía, recto y estrecho, tanto en la calzada como en las aceras, a nuestra izquierda y casi inadvertida pasa la casa que hace el número 3. En su rectangular dintel, que no parece el original, dice: «cabildo». Encima y prácticamente tapada por unos cables, la fecha de 1764.
Casi enfrente, la primera casa que aparece por nuestra derecha luce en el dintel un hermoso jarrón con cinco azucenas y la fecha de 1731. Claramente podemos afirmar que estamos en una calle donde todas las viviendas, en tiempos pasados, fueron propiedad del Cabildo catedralicio, cuando éste poseía más de un tercio de las casas de las moradas de la ciudad. Su representación del jarrón catedralicio así lo atestigua, aunque pocos quedan ya repartidos por la urbe.
Desde el principio de nuestro recorrido la veníamos viendo y ahora hemos llegado a ella. Estamos delante de una bella y rica portada gótica, muy deteriorada por el olvido y el paso del tiempo. Y detrás de ella, un amplio descampado por el que juguetean a sus anchas algunos gatos. Construida en el siglo XIV, probablemente por los artistas que trabajaban en el cercano claustro catedralicio, es destacable su arco ojival, impostas y molduras. Que sepamos, aquí hubo un taller de ebanistería y el primer estudio fotográfico que se instaló en León. En este solar se han descubierto en estos ultimos años los Principia romanos. Desde este punto la vía gira a la derecha en perfecto ángulo recto, abriéndose la que se conoce como Plaza San Pelayo.
De gran sencillez, esta vía del viejo León sirve de antesala al colegio y Residencia de Estudiantes Santa Teresa. Pegado a ella y formando ángulo se halla otra casa bastante abandonada y, en la misma, una placa que dice lo siguiente: «En estos lugares se alzó el primer albergue de la fe y la sabiduría».
Los antiguos Alumnos Agustinianos recuerdan de esa poética forma, en fecha de 1958, el centro que los Padres Agustinos crearon y mantuvieron aquí mismo, desde el año 1901 hasta el 1923.
Poco antes de finalizar la calle de San Pelayo aún hemos de sorprendernos ante la contemplación de un sobrio edificio. Es la Residencia Universitaria Miguel de Unamuno, asentada en el número 15 y en un edificio histórico que data del año 1810, todo ello remodelado.
Constituye esta residencia el punto y final de esta típica arteria, en su confluencia con la calle Serranos.
Sólo unas notas para añadir que la travesía lleva el nombre de San Pelayo en honor al niño mártir del mismo nombre, martirizado en Córdoba por Abderramán el 25 de junio del año 925, a la edad de quince años. Sus reliquias serían traídas a nuestra ciudad el 30 de diciembre de 966, gracias a las exigencias del rey Sancho el Gordo, que por su amistad con el califa conseguiría el traslado de los restos.
En memoria de Pelayo se levantaría un monasterio de monjas bajo la advocación del santo, con muchas dudas al día de hoy sobre el lugar de su emplazamiento. No obstante, muchos autores lo sitúan en los restos encontrados en el cercano patio de la institución teresiana.


Fuente: Diario de León

3 respuestas a «Calle San Pelayo»

Me ha gustado mucho lo escrito sobre esas calles pues las he recorrido mucho de pequeña y ahora es muy bonito todo el comentario gracias por todo

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