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Calle Concha Espina

Calle Concha Espina

María de la Concepción Rodríguez García. Sí, no se queden sorprendidos, pues éste debería ser el nombre auténtico de la calle que hoy comentamos, y cuyo rótulo homenajea a la escritora cántabra doña Concha Espina. Fue durante el mandato como alcalde de José Martínez Llamazares, cuando el Ayuntamiento decidió aprobar la denominación de dicha calle.
Desde aquel 9 de febrero del año 1961, la que hasta entonces se conocía como Diagonal de Nocedo, en el populoso Barrio de San Mames, pasaría a llevar el nombre de la insigne y reputada escritora. Se trata de una calle que une la Avenida de San Mames con la de Nocedo, pues es la primera que hacia la derecha de San Mames lleva a ésta última.
Actualmente la vía sólo tiene una placa en su comienzo y otra al final, ambas en tal estado de deterioro y suciedad que resulta de lo más dificultoso adivinar su nombre. Una lástima que pervivan semejantes rasgos de desidia en una barriada moderna y pujante, que por otra parte son tan fáciles de subsanar. Es recta y no muy larga, aunque resulta de lo más transitada. Las casas son de mediana altura, y salvo un par de excepciones en su parte final que evidencian bastantes años, se encuentran bien cuidadas y adornadas con las farolas que por su color azul identifican al barrio. Superado el número 7 de la calle, un desvío a la izquierda lleva al jardín y entrada principal del Asilo de Beneficencia o Residencia Virgen del Camino, levantada en el año de 1915 para acoger a los ancianos necesitados. Edificada gracias al esfuerzo económico de los hijos del magnate local don Pablo Flórez, ha sido restaurada en fechas recientes, además de conservar en las dependencias interiores un hermoso vitral, obra de Guillermo Alonso Bolinaga.
Concha Espina, o como antes dijimos, María de la Concepción Rodríguez, nació en Santander el 15 de agosto de 1879, muriendo en Madrid el año 1955. Tras contraer matrimonio se instaló en Chile, pero tras el desastre colonial de 1898 regresó definitivamente a España. Escritora vocacional, Concha Espina comenzó a colaborar con la prensa madrileña y alcanzó la fama con su novela «La niña de Luzmela», en 1909. Invitada por su hermana a residir durante una temporada en Astorga, aquí escribiría su mejor obra, en 1914: «La esfinge maragata». Una novela de extraordinaria calidad, redactada en un estilo vigoroso y dulce a la vez, que sería reconocida por la Real Academia Española con el prestigioso premio Fastenrath. Así quedó sellada para siempre la relación entre Concha Espina y la localidad maragata. Tras su fallecimiento, el domingo 5 de julio de 1970, tuvieron lugar en Astorga una serie de actos en homenaje a la escritora cántabra. En presencia de Antonio del Valle, presidente de la Diputación, el propio hijo de doña Concha, doctor Luis de la Serna, descubrió una lápida en recuerdo de su madre. Luego tuvo lugar una misa en la Catedral oficiada por el obispo Brivá Miravent. Tras degustar un cocido maragato en el Casino de Astorga, toda la comitiva se desplazaba a Castrillo de los Polvazares. Allí fueron recibidos, a la entrada del pueblo, por muchachas ataviadas con trajes típicos y el célebre tamborilero Aquilino Pastor, un hombre con más de ochenta años y que ha dejado a su desaparición un importante legado folklórico y sentimental de las tierras maragatas. En definitiva, todo un personaje fallecido con más de cien años y que está considerado como el último maestro de la música popular leonesa. Se descubrió una efigie de Concha Espina y, a modo de colofón de tan emotivos actos, intervino en primer lugar el presidente de la Diputación. Después pronunció unas palabras doña Josefina, hija de la escritora. Entre otras cosas, recordaba que su madre, «había venido a Astorga con la convicción de que esta tienra le podía inspirar». Algo que, a la vista de la excepcional calidad de «La esfinge maragata», ocurrió en toda regla. Y nosotros, como leoneses de corazón enamorados de las cosas buenas que ocurren en la provincia, nos alegramos de que así fuera. Otro galardón que incorporar a la colección de retazos históricos de esta vieja y gloriosa tierra.

Calle Concha EspinaFuente: Diario de León

3 respuestas a «Calle Concha Espina»

Excelente entrada.Recuerdo que desde pequeño mi madre y yo íbamos a comprar el chándal del colegio en la tienda de deportes que hay a la entrada de la calle, me parece que se llamaba Cronos.

Un saludo

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