Calle Campos Góticos
Se dice que el gran historiador de arte italiano Giorgio Vasari fue el primero en utilizar el término gótico en el siglo XVI, definiéndolo como «el oscuro arte de la Edad Media frente al glorioso pasado de la Antigüedad clásica». La conclusión que puede extraerse de esta definición es que el arte gótico es sinónimo de barbarie, cargado de connotaciones negativas. Esta idea permanecerá hasta los primeros años del siglo XIX, cuando el movimiento romántico descubre, de manos del joven Goethe, la fuerza y originalidad del goticismo.
Los Campos Góticos, o lo que es lo mismo, la Tierra de Campos Góticos, aunque modernamente fue perdiendo este último topónimo, ha ocupado históricamente la orilla derecha del río Duero, extendiéndose por el centro y sudoeste de la provincia de Palencia hasta Valladolid y tomando una parte de las de Zamora y León. Hablamos de una zona de transición entre las verdes montañas y las pardas llanuras, en un paisaje de interminables ondulaciones y grises altozanos.
En este entorno llano de clima extremo, abundante en cereales y ganado, se establecieron antiguas civilizaciones como la de los «vacceos». Además de protagonizar durísimas batallas, le darían el nombre definitivo de Campos Góticos.
Durante siglos estuvo incluida en la provincia galaica, hasta que con la llegada de Alfonso III el Magno, persiguiendo las atrevidas incursiones de los invasores musulmanes, se apodera de la región y comienza a levantar poblaciones amuralladas, con monasterios y palacios.
En nuestra provincia la Tierra de Campos Góticos forma parte de la meseta, entre el Duero y el Miño, y comprende unos pocos pueblos que hasta fechas aún recientes conservaban el apellido de «Campos Góticos»: Sahagún, San Pedro de las Dueñas, Galleguillos de Campos, Arenillas de Valderaduey, Escobar de Campos, Grajal de Campos, e incluso Gordoncillo, Valderas y el despoblado Valdeñientes. Se trata, en líneas generales, de localidades comprendidas en la ribera izquierda del Cea.
Esta tierra es fría, con temperaturas muy diferenciadas en sus máximas y mínimas, abundantes días de sol y heladas nocturnas, las lluvias escasas y mal distribuidas, lo que provoca fuertes sequías. La tierra es pródiga, pero sorprendentemente áspera y muy dura, definida «con dolor de pan y sabor de vino». El adobe y en menor medida el ladrillo, son los materiales de construcción empleados mayoritariamente.
A nuestra calle del día le va bien el nombre de Campos Góticos, porque de «campos» tiene mucho que decir, sobre todo si tenemos en cuenta que una gran parte de su lado derecho eran prados hasta hace unos pocos años. Gran parte de esta larga vía lo constituye el enrejado y amplio solar donde se ubicó el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios.
Estamos en el Barrio de La Chantria, donde la vía de Campos Góticos se inicia en el Paseo del Parque, cruzando la calle que homenajea a José Aguado y finalizando en el moderno barrio de la Lastra.
Los solares del principio están ocupados, respectivamente, por el mencionado colegio de Huérfanos o CHF desde 1945, y enfrente el cuartel y viviendas de la Guardia Civil. El primero de estos edificios pasó en 1986 a ser propiedad municipal. En la actualidad es sede de la Policía Local y diversas instituciones municipales.
Por su parte, la casa-cuartel del «benemérito cuerpo» ocupa toda una manzana, con vista a cuatro calles y entrada por la Avenida de Fernández Ladreda. Sería a finales del año 1944, ostentando la silla municipal don José Aguado Smolinski, cuando se aprobó la cesión al Estado de los terrenos en donde se ubicaría el nuevo emplazamiento, trasladado desde la calle Capitán Cortés.
Finalmente, y pasado el cruce con la calle Juan de Malinas, sólo la acera izquierda está ocupada por casas de viviendas.
Fuente:
Diario de León