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Calle Honorato García Luengo

Calle Honorato García Luengo

Calle Honorato García Luengo placaEn el barrio de San Claudio, cuyo nombre nos hace rememorar al que fuera Real Monasterio Benedictino de San Claudio de León, lamentablemente desaparecido en el año 1834, encontramos esta pequeña calle que recuerda al escritor y funcionario local don Honorato García Luengo. Fue en la sesión celebrada por nuestro Ayuntamiento capitalino el 16 de marzo de 1963, acto presidido por el entonces alcalde don José Martínez Llamazares, cuando a la vía que tenía entrada por Santa Nonia y salida por la Plaza de los Doce Mártires, se le impuso la denominación de San Juan de la Cruz. No, no nos hemos equivocado, aunque parezca lo contrario. Al poco tiempo se trasladaría el nombre de este personaje religioso a otra calle leonesa, ubicada por cierto en el barrio de San Lorenzo. Lo que no ha variado es la propia calle en sí, iniciándose en el entronque de la romántica Plaza de San Francisco con la avenida que homenajea a los Marqueses de San Isidro, concluyendo en la mencionada Plaza Doce Mártires.
Comienza mirando al lateral de la que fuera Escuela Profesional de Comercio, inaugurada unos años antes, concretamente un primero de mayo de 1960 por don Jesús Rubio y García-Mina, ministro de Educación Nacional por aquellas fechas. En la actualidad, el edificio está ocupado por la Escuela de Idiomas incluida en el entramado administrativo de la Universidad.
Dentro de esta barriada de San Claudio, en un entorno muy poblado y lleno de modernas referencias, aún perviven arterias que de alguna manera nos hacen retroceder al pasado, tanto por su diseño como por nombres que presiden los rótulos callejeros. Es el caso de la mínima vía que homenaje a don Honorato, convertida más bien en una travesía o pasaje urbano que une dos enclaves tan renombrados como son las plazas entre las que transcurre su escaso trazado. Y es que el aroma de tiempos pasados que rezuma esta vía no se circunscribe tan sólo a la denominación, sino también a la mayor parte del caserío que ampara y acompaña a su curvado trayecto. Estrecha, tanto con respecto a las aceras como a la calzada, guarda evidentemente el sabor y la estética de otra época ya pasada. Pese a ello, por ubicación y carisma, todavía conserva un destacado peso específico en este renovado entorno.
Honorato García Luengo nació en León durante el año 1882, residiendo en la calle Catalinas, justo al lado del convento en el que estuvo instalada la Real Sociedad Económica de Amigos del País, calle bautizada modernamente como Fernando G. Regueral. En la faceta profesional, fue oficial mayor del Ayuntamiento de León y vocal en la Comisión Provincial de Monumentos Artísticos e Históricos, cuando presía la entidad estaba Félix Argüello Vigil.
Gran aficionado a la literatura, don Honorato fue premiado en los Juegos Florales de 1911, concurso anual que organizaba el Ateneo leonés con la llegada de la primavera, importante galardón compartido con los también escritores Lucio García Moliner y Pedro Fernández Llamazares. No era el primer reconocimiento público que obtenía gracias al estilo ágil y brillante de su pluma, pues tuvo una destacada participación en los fastos que se programaron en 1908, con motivo del Centenario de la Guerra de la Independencia.
Efectivamente, a las nueve de la mañana del día 2 de mayo de 1908 se reunieron en la Diputación todas las autoridades locales, iniciando una procesión cívica que concluyó en la Pulchra Leonina. En el transcurso de la misa de réquiem, que resultaría «solemnísima en extremo», el obispo elogió la actitud y valentía del pueblo ante «una de las glorias más brillantes de la historia patria».
Como complemento de aquellas celebraciones, se convocó un concurso literario que ganaría don Honorato con el libro «León y su Provincia en la Guerra de la Independencia», publicado en el mismo año de 1908. No obstante, su obra más popular fueron los «Cuentos Leoneses», aparecidos en 1931. Se trata de una colección de doce narraciones ambientadas en nuestra tierra, donde se hace especial hincapié en los usos y costumbres de antaño. La recopilación incluye títulos como «Los luches», «El barquero del Esla» o «El engaño de un beso». Afortunadamente, don Honorato pudo disfrutar durante bastante tiempo de su éxito literario, pues no fallecería hasta el año 1954.

Calle Honorato García LuengoFuente: Diario de León

2 respuestas a «Calle Honorato García Luengo»

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