Calle Murias de Paredes

Hoy vamos a hablar de la calle Murias de Paredes y nos situaremos antes diciendo que la vía surge del entronque de las calles Puerta Sol y Daoiz y Velarde, concluyendo la vía en la llamada Plaza del Caño de Santa Ana, bordeando su lado derecho una parte de la mínima Plaza de Riaño. Allí se ubica un amplio y respetable bloque de viviendas, llamativo tanto por su altura como por el grado de conservación, dentro de un entorno que por desgracia presenta evidentes carencias estéticas. La calle discurre en curva, con casas de mediana altura y aceras muy estrechas, que representan cierta dificultad para el peatón debido a la corriente de tráfico que soporta. Del principio de su recorrido parte una única calle, conocida en otro tiempo como Travesía de Murias de Paredes y hoy bautizada con el nombre de Baltasar Gutiérrez. Nuestra calle protagonista se ha convertido, en definitiva, en una vía de transición entre la impronta histórica del «Barrio Húmedo» y el León más moderno, que desde este punto se revitaliza en todas direcciones.
Estamos hablando de una calle que en el siglo XIV, a raíz de levantarse la «cerca nueva» para defensa del ensanche que dio lugar a las barriadas de San Marcelo, Santa María del Camino y San Martín, correrá extramuros y servirá de comunicación entre la Puerta de Diego Gutiérrez, actual Puerta Sol, y la Puerta de Santa Ana, desaparecida en el año de 1868. Como quiera que aquí se instalaron los «capelleros», es decir los fabricantes de mantos, tocas, prendas para los altares y otras piezas por el estilo, se tituló de «Capellería».
En el siglo XVIII tomaría el nombre de calle de los Caños, por alusión a éstos y a la «Presa Vieja» que por aquí discurría. Una denominación que en septiembre de 1980, durante el mandato de don Juan Morano, estuvo a punto de recuperar, según un estudio realizado para variar los nombres de algunas calles comprendidas en la denominada Zona Histórico Artística.
Dada su importancia, el municipio de Murias de Paredes siempre fue cabeza de partido judicial, por lo que tuvo plaza de diputado, si bien ha ido perdiendo categoría durante la segunda mitad del siglo pasado. Dicha plaza fue ocupada, desde 1884 a 1915, por don Eduardo Dato Iradier. Vino como «encasillado», término por el que se conocía a aquellos políticos que, segura su elección, se presentaban por un distrito determinado por el gobierno. En realidad no se vería demasiado a Eduardo Dato en Murias de Paredes, pues establecido en Madrid siguió una brillante carrera política que le llevaría a ocupar la alcaldía de Madrid y la Presidencia del Gobierno. Acabaría sus días trágicamente asesinado, el 8 de marzo de 1921.
En su distrito tuvo la oposición de un destacado militar, cuya figura pública se ha ido revalorizando con el paso del tiempo. Nos referimos a don Segundo García García, nacido en 1874 en el pueblecito de Vegapugín, ilustre bienhechor de la comarca y que llegaría al grado de general. Se trata del único leonés que ha recibido la Laureada de San Femando, máxima condecoración que otorga el ejército español, por su heroísmo en la campaña de Filipinas.
Terminaremos mencionando a otro destacado político y benefactor, también diputado por aquel distrito entre los años de 1858 y 1863. Hablamos de don Francisco Fernández Blanco de Sierra Pambley, más conocido por Paco Sierra. Una elocuente placa sita en la Plaza de Regla resume su ejemplar trayectoria vital de: «pródigo sembrador de escuelas en la provincia de León». Toda una definición.
Fuente: Diario de León