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Los bancos de Zuloaga

Los bancos de Zuloaga

Banco de Zuloaga

 Banco de Zuloaga

 

Protegidos, pero abandonados. Los ocho bancos de azulejos esmaltados a principios del siglo XX en el taller cerámico de Zuloaga (Segovia) envejecen sin cuidados en los jardines del geriátrico municipal Virgen del Camino, en el bario de San Mames.
Su deteriorado estado salta a a vista y a pesar de que hace una decada el propio ayuntamiento subrayaba en una lacónica frase que «es urgente proceder a su restauración», nada se ha hecho al respecto. En aquel entonces no se fijaron plazos, pero sí dinero; 48.000 euros del presupuesto municipal. Es la cantidad que iba a invertir el Ayuntamiento para restaurar los bancos y la fuente diseñada a principios del siglo XX por Daniel Zuloaga (1852-1921) para la plaza de la Catedral. La fuente, con forma de estrella de ocho puntas, había permanecido oculta durante años bajo el pavimento y pudo ser rescatada durante las obras de peatonalización del casco antiguo, en el año 1997. El surtidor, que durante años fue uno de los principales símbolos del modernismo en León, pereció ahogado bajo una gruesa capa de cemento. Originariamente, tenía en el centro una columnata de poco menos de dos metros, rematada por un capitel, que fue demolida para colocar en su lugar una farola. En los azulejos de la fuente se conservaba una de las pocas pinturas donde aparece la Catedral con la antigua Puerta Obispo antes de ser derribada.
Fuente y bancos constituyen el único conjunto de mobiliario urbano de su estilo y época realizado con las técnicas decorativas cerámicas que tanto éxito tuvieron en el primer tercio del siglo pasado, según subraya el conservador palentino experto en Zuloaga, Gerardo Pescador. El resto de las cerámicas de Zuloaga en León, entre las que destacan los paneles del portal de Sierra Pambley encargados por Fernando Merino, son aplicaciones decorativas a la arquitectura. El dibujo depurado y colorismo de la técnica de Daniel Zuloaga significan la máxima manifestación del Art Nouveau en tierras leonesas. Los expertos indican que el modernismo se introdujo en León a través de estas artes aplicadas que de la arquitectura y en ello tuvo mucho que ver la figura del arquitecto Juan Crisóstomo Torbado y, por descontado, Gaudí. Los bancos, aunque de fecha incierta, pertenecen a la última etapa de Zuloaga, quien fallece en 1921. Sólo cuatro llevan su firma, otros dos fueron rubricados con la leyenda «Hijos de Zuloaga. Segovia» y los dos restantes no tienen firma.

Banco de Zuloaga

Forman un conjunto en serie cuya singularidad radica en los paneles de los respaldos, que representan diversas estampas leonesas de la época, al parecer recogidas de fotografías. La vista del Palacio de los Guzmanes, con La Catedral al fondo, deja ver los tejadillos de las casas de San Marcelo, pues la fotografía fue tomada desde la torre de la iglesia.
La Catedral, vista desde el barrio extramuros de San Lorenzo, San Isidoro y la vía del Rastro Viejo (hoy Ramón y Cajal) son otras de las estampas. El santuario de La Virgen del Camino y la Plaza del Grano. «Son composiciones en las que más que recrear en detalle cada uno de los monumentos referidos, hay un interés por ofrecer un paisaje urbano de grandes perspectivas».
Los bancos no tienen el protagonismo modernista de las primeras obras de Zuloaga en León, estilo que se mantiene claro entre 1902 y 1910. En los bancos que hoy aparecen, más que viejos, desvencijados en la residencia de ancianos de San Mames Daniel Zuloaga y su taller se mostraron claramente inclinados por los modelos neorrenacentistas o neoplateresrescos, los cuales pueden relacionarse con la arquitectura del momento, empeñada en Una misión nacionalizadora basada en los modelos barrocos.
El artista pasó de las líneas sinuosas del modernismo a los tallos de acantos recogidos en volutas, cartelas, máscaras, arpías y grifos, tal y como se observa en los paneles delanteros de los bancos, todos ellos idénticos aunque unos más deteriorados que otros. Los esmaltes están tratados con la técnica de la cuerda seca, que delimita el color mediante óxidos puros para evitar su mezcla durante la cocción. El ceramista Gerardo Pescador ha estudiado a fondo las técnicas de Zuloaga. Es el restaurador de los dragones que decoran la fachada del número 6 de la calle Ancha también obra de Zuloaga.
Las composiciones de cerámica artística de Daniel Zuloaga son las más destacadas de la arquitectura leonesa de principios del siglo XX. Pero la técnica decorativa se generalizó. Los portales fueron el mejor medio de expresión de azulejos y decoración cerámica y entre los más destacados figuran los de los edificios neomudéjares de la calle Alcázar de Toledo, que parece que proceden de Sevilla. En el edificio de 1911, su inspiración islamista contrasta con una decoración interior basada en acantos, rosetas y jarrones muy clasicistas. La decoración del segundo edificio es una recreación, de los alicatados granadinos. La fachada de la estación de Matallana decorada con los escudos de León y Vizcaya; un gran panel que estuvo en el portal de la Diputación y el vestíbulo de la Escuela Normal, con una composición de azulejos de Talavera, son otros casos.
Las cartas entre Juan Torbado y Daniel Zuloaga, con bocetos incluidos, son los documentos de referencia de la obra del artista segoviano en León, toda ella impulsada por el nuevo poder económico en ascenso en la ciudad, la burguesía, aparte de algún encargo eclesiástico.
La trayectoria de Zuloaga en León se inicia en 1902 con el revestimiento interior del portal de la casa de Fernando Merino, conde consorte de Sagasta. La obra se la encarga el arquitecto Torbado. Los azulejos que recubren íntegramente el portal reflejan cuatro escenas del trabajo de la mujer, en el mar y en el campo, cuyos óvalos están rodeados de temática modernista, en particular la figura del pavo real. Del el mismo de año de 1902 se conservan cartas sobre la decoración de la Iglesia de San Francisco de la Vega. Para el exterior, pintó paneles y para el interior, una imagen del santo en pasta de porcelana y un nicho y mesa de altar, hoy desmontados. También ese año se le atribuye un rótulo para el diario «La Democracia», con la leyenda «La Democracia. Diario Político» y dos figuras a ambos lados pregonando el periódico. Otro de los rótulos que realizó el taller de Zuloaga es el de la casa de tejidos de José Fernández Rius, en Botines. Se trata de un letrero sobre fondo blanco flanqueado por dos figuras, una femenina y otra masculina, que emergían de flores modernistas. En 1906, Zuloaga decoró la pescadería de Mardomingo, situada en el número 1 de la calle La Paloma, con un total de 963 azulejos, tal y como consta en una factura. Su amigo Torbado también está detrás de este nuevo encargo. La temática de los bocetos es de vistas de Vigo, aunque después se ejecutan paisajes y marinas de Asturias y paneles de vistas de León. Se desconoce el paradero de esta obra tras su desmontaje. En 1913 son reclamados los servicios de Zuloaga para decorar la capilla del Palacio Episcopal de Astorga. En 1917 Torbado le encarga la decoración de una fábrica de embutidos, realizando un relieve cerámico con los atributos del comercio y una Santa Teresa. En el mismo, también a través del arquitecto leonés, decoró la casa de un notario en la calle Ancha.
Los ocho bancos permanecieron varias décadas en la Plaza de la Catedral junto con la fuente estrellada, cuyos restos se guardaron en cajas en los sótanos del viejo consistorio de San Marcelo. A día de hoy dudo mucho que alguien sepa de su paradero, y por supuesto que nadie se haya planteado su reunificación, aunque visto el estado actual de los bancos esto ya sea casi imposible. Por desgracia otra muestra mas de la falta de interés de nuestros dirigentes y la desidia de todos los leoneses que vemos día a día como nuestro León de desmorona igual que estos bancos y no hacemos nada por evitarlo.

Banco de ZuloagaBanco de Zuloaga

Fuente: Diario de León

9 respuestas a «Los bancos de Zuloaga»

Yo los colocaría en la plaza San Pelayo (detrás de las Teresianas) Es una plaza casi desconocida y le vendría muy bien un poco de interés (y menos coches)

Interesantisima entrada!

Gracias!

Muy interesante, y a la vez, lamentable 🙁 vamos a darlos por perdidos, pinta no tienen de volver a su esplendor.

Excelente artículo!!!!

Creo que voy a hacer una entrada en mi blog (con tu permiso claro) para denunciar ésto y poner un enlace para la tuya porque me parece lamentable, máxime si como dices ya se ha destinado para tal fín unos fondos que nadie ha visto.

Un saludo

Gracias a todos por los comentarios.
SB.- Puedes enlazar lo que quieras. En cuanto a los fondos que estaban presupuestados no llegaron a ejecutarse ya que en esa época hubo una moción de censura por parte del PP+transfugas de UPL contra el gobierno que entonces existía, quedando dicha partida en el olvido.

Creo que aquí estamos con el eterno problema de siempre, no somos capaces de valorar lo que tenemos y así nos va.

Jo! yo les ví hace tiempo y da pena la verdad sea dicha que algo tan bonito se deje perder.

Gracias por tus cosinas, un abrazote.

Irma.-

No tenía ni idea de su existencia, pero desde luego, es una vergüenza que una joya así esté en un estado tan lamentable.

Soy Gerardo Pescador y en su día presupuesté y tenía mucho intéres en restaurar estos bancos,me ilusiona estos comentarios vuestros.Creo que siendo un patrimonio Leones,no es permitible que estén en este deterioro.Estoy muy interesado en volver a retomar su restauración.Mi telefono en Palencia es.979 118292.

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