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Calle Pedro Ponce de León

Calle Pedro Ponce de León

Calle Pedro Ponce de León - placaNo pensamos que un nombre tan sencillo como el de Pedro Ponce de León pudiera ocasionar tantos problemas cuando comenzamos a repasar las fuentes y datos sobre el personaje. Así le encontramos nacido en los años de 1510, 1520 o 1540, y en localidades como Sahagún, la toledana Ocaña e incluso Valladolid. Finalmente, su lugar de enterramiento sólo se plantea entre el monasterio de Oña o el mismo Ocaña, coincidiendo todos los autores en la fecha de su muerte: 1584.
Ciñéndonos a los documentos e historiadores que mejor han estudiado estos hechos, que sólo conducen a la confusión y error en los datos, diremos que fray Pedro Ponce de León nació en Sahagún, provincia de León, sobre el año de 1510. En su propio pueblo tornó el hábito benedictino allá por el mes de noviembre de 1526, recalando luego en otros lugares y pasando posteriormente al monasterio burgalés de San Salvador de Oña, en donde fallecería en la fecha antes indicada. En la nave mayor del templo se halla el sepulcro de tan insigne leonés, desaparecido en agosto de 1584.
Aclarados estos términos, pasaremos al comentario habitual sobre las calles de León. Con el título de Pedro Ponce de León tenemos una vía en el barrio de San Esteban, cuyo inicio parte de la calle León XIII. Transcurre en fuerte pendiente ascendente y entre estrechas aceras, características ambas cualidades en este tradicional entorno, para concluir su lado derecho en el llamado Paseo de Ronda, mientras que el lateral izquierdo se alarga algunos metros hasta salir a la calle Pedro de Dios.
En un principio fue la calle I de San Esteban y luego la calle Las Lagunas, hasta que adoptaba la denominación de Pedro Ponce de León que anteriormente le había sido dada a la que hoy es calle Rafael María de Labra. Se trata de una vía en la que, al igual que ocurre en otras zonas de la ciudad, conviven armoniosamente edificaciones actuales y de muy cuidado aspecto estético, con restos y vestigios urbanos correspondientes al primitivo entorno. Con edificios más altos al principio y en líneas generales de similar tamaño, la arteria está salpicada de forma irregular y anárquica por pequeñas casas de una y dos plantas, junto con otras mucho más modernas.

Se dice que fray Pedro Ponce de León era descendiente de otro don Pedro, el conde Ponce de Minerva, fundador del monasterio de Sandoval y destacado gobernador de las torres de la ciudad y mayordomo de Alfonso VII. En el monasterio benedictino de Oña pasaría el buen fraile el resto de sus años, haciendo vida retirada y de oración. Cierto día llegaron al monasterio dos jovenzuelos, hijos ambos del marqués de Berlanga y sobrinos del Condestable de Castilla, protector de la abadía. Aquellos adolescentes eran sordomudos, un defecto que en la época suponía la incapacidad para llevar una vida corriente y, por lo tanto, eran considerados anormales. Como no podían rechazarlos, encomendaron a nuestro fraile su crianza y cuidado.
Fueron pasando los años y fray Pedro, entregado por completo a su enseñanza, lograría hacerles hablar. Con mucha paciencia e infinito ingenio, comenzaría enseñándoles a dibujar distintos objetos, luego a escribir los nombres de éstos y, finalmente, a tratar de pronunciarlos. Los resultados fueron asombrosos, logrando leer, escribir, rezar, contar y se cuenta que aprendieron griego y latín, cantando incluso en el coro de los monjes. Con sus particulares enseñanzas, Pedro Ponce consiguió dar al traste con las teorías de Aristóteles, que consideraba a los sordomudos como incapaces para el lenguaje racional.
La fama del leonés conseguiría traspasar las fronteras, aunque lamentable por su modestia y timidez sus métodos no fueron impresos y su obra, a modo de una especie de Filología y Gramática para sordomudos, no ha llegado hasta nuestros días. Pedro Ponce enseñaba y transmitía la palabra, las letras y las artes, aunque debemos hacer constar que no utilizaba el método indispensable de la lectura labial que tantos servicios ha prestado a los sordomudos. León, como otras muchas ciudades, le recuerda con una calle.
Calle Pedro Ponce de León Fuente: Diario de León

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