La típica barriada de San Lorenzo
Hoy nos encontramos en una de tantas arterias de nuestra ciudad, joven desde luego, porque tiene escasamente cuarenta años, pero muy transitada e integrada en el cada vez más nutrido callejero capitalino. Fue un 12 de agosto de aquel Año Santo Compostelano de 1971, no tan lejano en la memoria, cuando en la sesión municipal celebrada en dicha fecha, y estando ocupado el sillón municipal por el alcalde en funciones don Ernesto Prada Campelo, aprobó el nombre y la apertura de esta calle.
Entonces era una zona arrabalera de la capital leonesa, convertida en la actualidad en un conjunto de vecindad en franca expansión y progreso.
¿Por qué se la dio el nombre de Medul? Esta es una pregunta que nos hemos hecho en diferentes ocasiones, sin encontrar una respuesta definitiva a la misma. Vaya nombrecito. ¿A quién se le pudo ocurrir? Pero tranquilos, aquí estamos para tratar de darles a conocer la pequeña historia de la calle o por lo menos de su nombre, y a base de buscar en los libros, preguntar e indagar en distintas fuentes, y en definitiva, dar muchas vueltas al tema, vamos a ofrecerles una solución. Pero antes, por si hubiera algún despistado que aún no haya situado la arteria en su correspondiente contexto urbano, vamos a ir por partes. La calle parte de la Plaza de Alcedo… Perdón, de la plaza que hasta no hace demasiado tiempo tuvo dicha denominación y que hoy se llama Plaza del Padre Severino Ibáñez, concluyendo en los prados. Mejor dicho, finalizaba en el pequeño puente que salvaba la Presa Vieja. Cuando se abrió llegaba hasta más allá de la calle Jorge de Montemayor, pero desde finales de la década de los noventa, termina en la vía bautizada con el romántico nombre de Paseo de Quintanilla. Conviene recordar que la actual calle de Ordoño III, hasta hace unos años era conocida como Primera Travesía Medul; Jorge de Montemayor se llamaba Segunda Travesía Medul; y finalmente la cercana calle Coriscao era la Travesía Medul. Todo ello viene a confirmar la gran importancia que siempre ha tenido la denominación en la zona, sin descartar que con este término servía para denominar en muchas ocasiones a la totalidad de la pequeña barriada.
Nuestra calle, de alguna manera en consonancia con la revolución urbana de los últimos tiempos en esta zona de San Lorenzo e incluso de La Palomera, también ha sufrido diversos cambios en su trayecto. Las nuevas necesidades de espacio y vivienda han propiciado que su recorrido alcance mayor longitud, hasta concluir en el actual Paseo.
Estamos hablando de una travesía relativamente ancha, que presenta una imagen moderna y más que aceptable desde el punto de vista estético. No obstante, aún perviven a lo largo de su trazado algunos vestigios urbanos correspondientes a este antiguo entorno agrícola. Recta y en un descenso más acusado a partir del «añadido» que supone el cruce con la citada vía de Jorge de Montemayor. Su parte última podría calificarse de espiritual, ya que aislada en un entorno verde, se presenta el lateral de la nueva parroquia de San Salvador del Nido, en la zona que antiguamente ocupase una de las varias explotaciones ganaderas del barrio.
Calle Medul años Ochenta
Calle Medul actualidadTras ubicar esta calle bautizada con el sorprendente nombre de Medul, trataremos de explicarles el origen de dicho término. Una curiosa denominación que ha servido, a lo largo del tiempo, para identificar incluso a toda la pequeña barriada, que crece y se moderniza al mismo vigorizante compás de este entorno de San Lorenzo y La Palomera. Un vecindario que se expande en franca e ilusionante progresión.
Su final comprende el lateral de la nueva parroquia de San Salvador del Nido, referente espiritual y religioso para los creyentes de este antiguo y castizo asentamiento. Aún pervive en el recuerdo colectivo de la feligresía aquel 19 de octubre del pasado año de 1997, cuando fue bendecido y consagrado este moderno templo. Obra del arquitecto Mariano Sáenz de Miera, la iglesia de San Salvador, con entrada por el citado Paseo de Quintanilla, supone la irrupción de un nuevo templo cristiano para toda la barriada y, por supuesto, el común de la ciudad.
Vamos ya con la parte más problemática de la historia, como es la procedencia del curioso nombre de Medul. Así, a bote pronto, nos viene a la memoria el recuerdo histórico del Monte Medulio, famoso por la heroica defensa que presentaron nuestros antepasados a las invasoras legiones romanas. Al mando de los soldados imperiales, ávidos de oro y de riquezas, figuraban generales tan prestigiosos como Agripa, Atistio y Frimio. Aquellos leoneses autóctonos, al verse cercados, construyeron una largo foso o cueva de más de veinte kilómetros de longitud, donde resistieron hasta su total exterminio. Como es sabido, este foso es conocido como «La Palomera». Pues bien; dicho nombre junto al de Monte Medulio, y a falta de un estudio más amplio y profundo, ha podido trasladarse a esta franja tan leonesa de nuestra capital.
Don Santiago Alonso Garrote, en su docta obra «El Dialecto Vulgar Leonés Hablado en Maragatería y Tierra de Astorga», da la siguiente definición de Medul: «En las acequias de riego es el corte abierto en una de las márgenes, que va provisto de compuerta para regular la circulación del agua. Úsase en todos los pueblos de la Ribera de Órbigo, y penetra hasta el partido judicial de León, pues se oye en los pueblos ribereños del Bemesga y del Torio». En definitiva, otra posible acepción para tan conflictivo término.
Don Ángel Suárez Erna, por su parte, venía a decir que el nombre le vino al lugar, y siempre se ha llamado así, como recuerdo a la famosa hazaña del Medul, acaecida en la América Central durante el siglo XVI. Similar en el tiempo a este hecho, se produjo aquí mismo una inundación ocasionada por la Presa Vieja que puso en peligro a la castiza barrida. De ahí que las gentes dieran en llamar al lugar con el mencionado nombre de El Medul. Por su parte, don Waldo Merino Rubio opinaba que Medul, junto con su variante Bedul, son formas populares que se han mantenido en la lengua hablada y en la letra impresa.
En el latín clásico la voz «mo-dus», uno de cuyos significados era como unidad de medida, tenía como diminutivo «modu-lus», término muy empleado por las autores que podríamos definir como más «técnicos».
Según don Waldo, a finales del siglo I lo empleó Sextus Julius Frontinus en su tratado «De equis», en el sentido de «tubo de acueducto», y así debió de trasladarse y permanecer en el habla popular de albañiles, fontaneros y artesanos de la conducción de aguas.
En las lenguas mozárabes y en la expresión hablada del norte del país, es normal la pérdida de la «u» final y también el desplazamiento del acento modul y de la disimilación medul, que son frecuentes en el habla vulgar.
Sea como fuere, y como palabra plenamente aceptada en el léxico popular leonés, además de en el callejero capitalino, aquí queda esta breve exposición sobre dicho término y la calle que conserva su nombre, esperando sirva de revulsivo y relevo a otras plumas más doctas que las nuestras y que permita conocer en toda su amplitud una denominación tan popular como Medul.
5 respuestas a «Calle Medul»
Muy interesante. Gracias
Gracias a ti por comentar
esta calle más que de san lorenzo es de la palomera, y eso que paso por allí todos los días para currar
A.- No es por llevarte la contraria pero para empezar los límites de los barrios pocas veces están definidos. Por otro lado, te diré que yo vivo en esta calle desde hace 40 años y antes de que el barrio de La Palomera existiese como se puede conocer hoy, te aseguro que esto era el barrio de San Lorenzo.
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